viernes, 27 de julio de 2012

Listas que no están listas

El blog ya es uno más de los items en mis listas.
Hago listas, no sé cuándo las empecé, pero para todo hago listas. Listas de lo que hice, de lo que hago, de lo que tengo que hacer. Del super, de los arreglos pendientes en la casa, de las cosas que tengo ganas de hacer, de los libros que leí, de los que me faltan, idem para las películas y los discos. Listas de temas de los que me gustaría escribir, de los que me gustaría investigar, de lo que tengo que hacer en el día, de las comidas que sé hacer, de los archivos que podría borrar no sin antes revisar, de los que tengo que revisar, de los sitios a los que viajé, de los que quiero visitar..........me ordenan, me serenan, me dan paz.
A veces las conservo para ir tildando y me da satisfacción y un poco de nostalgia cuando casi todo está cumplido, la mayoría de las veces las pierdo u olvido que las hice y probablemente las vuelvo a hacer.
Las hago en diferentes soportes, word, excel, papeles sueltos, sobres de facturas de luz, cuadernos, las hago prolijas o borroneadas, depende del tema, de la profundidad y del periodo de tiempo que considere deben ser conservadas, la lista del super no es lo mismo que la lista de películas por ver.... exante poseen diferente rango y de acuerdo con su escalafón es la dedicación en elaborarlas, algunas tienen borrador y varias versiones hasta llegar a la final, en el que el orden importa y la tipografía no es antojadiza, inclusive hasta pueden incluir colores para diferenciar categorías, también las hay escritas sobre un boleto de colectivo con algún crayón de mi nena (1/2 kg de pap, 1 lim, 2 zanah, 2 ceboll, 1 morr med, perej).
Expost todas, tarde o temprano, corren la misma suerte, el olvido....la paradoja de las listas para no olvidar que son olvidadas. No todas terminan en el cesto de la basura (virtual o real), a veces, por casualidad me topo con ellas y es como ver una foto de cuando era chica, me da ternura, generalmente la dejo donde estaba y vuelve al olvido, hasta que nuevamente el azar hace lo suyo.
Hace poco encontré una lista de cosas que quería hacer en la casa, obviamente me había olvidado de su 

existencia, pero esta vez en lugar de hacer un bollito y tirarla o cerrar el cajón y dejarla en su lugar, la releí y con sorpresa fui tachando las tareas finalizadas....me generó un poco de tristeza comprobar que a pesar de   no tener la lista inquisidora acosándome todo el tiempo a la vista. de todas formas había cumplido con su objetivo...en el momento de pensar y escribir la lista es casi fundamental hacerla y luego se convierte en algo tan innecesario como el envoltorio de un caramelo cuando lo estamos masticando (al caramelo). Rara vez las uso, las consulto y cuando lo hago cambio el orden de prioridades, obvio conceptos, agrego otros.....
Soy consciente de todo ello, pero no creo que pueda dejar de hacer listas, las listas me ayudan a pensar.





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